Hola me llamo Sandra, tengo 14 años y quería contaros una experiencia que tuve hace poco porque a algunos les puede animar a viajar más.
Hace 4 meses tuve un intercambio a Francia con mi colegio. Era un lugar al que yo tenía muchas ganas de ir pero cuando me plantearon la posibilidad de ir yo no quería. Íbamos toda la ESO y me daba mucha vergüenza comer mi dieta delante de toda la gente porque no me gusta que me pregunten, ¿y por qué tú comes eso? qué asco! Yo no podría vivir sin carne….
Bueno mi madre me «obligó» a ir, me dijo que no puedo dejar de conocer nuevas cosas por la comida especial, que eso es una tontería.
El día que llegué allí estaba muy nerviosa no sabía si me harían bien la comida…no les entendía muy bien….el primer día en la cena me hicieron un pisto de verduras y una ensalada, todo riquísimo. Una de las noches íbamos a dormir a la casa de otra de las participantes francesas del intercambio y ellos iban a cenar pizza, yo llevaba mi base de pizza para preparar una para mí, esto me resultó muy satisfactorio y los propios alumnos franceses fueron los que hicieron mi pizza preocupándose que todo estuviera perfecto y así fue.
Me encantó estar allí, si pudiera lo repetiría y ahora me doy cuenta de que mi enfermedad no es una excusa para no ir a nuevos sitios.
Os animo a todos a que no cerréis puertas en vuestra vida por eso.