Cuando se diagnostica una enfermedad del metabolismo proteico el bebé debe dejar de tomar leche materna o fórmula infantil durante un tiempo, para que disminuyan los niveles en sangre del metabolito que no puede metabolizar. En esta fase, el bebé se alimentará con una fórmula especial que contiene todos los nutrientes necesarios para su desarrollo, a excepción de ese metabolito. Una vez que se normalizan los niveles sanguíneos del metabolito, el bebé puede volver a tomar leche materna y/o fórmula infantil en combinación con la fórmula especial. Con esta alimentación el bebé crecerá y se desarrollará adecuadamente.
Es importante que el médico vaya ajustando las cantidades de leche materna/fórmula infantil y fórmula especial en base al crecimiento y desarrollo del bebé. También ocurren situaciones en las que el bebé necesita más energía, por ejemplo cuando tiene alguna enfermedad o proceso febril, con el nacimiento de los dientes o el comienzo del gateo, etc. En estos casos la dieta también se debe ajustar.
Entre los 4 y 6 meses llega el momento de comenzar a introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé. En esta etapa el profesional sanitario le explicará qué alimentos son los que puede ir empezando a comer. Los primeros alimentos serán papillas o purés especiales sin proteínas. Gradualmente podrán ir introduciéndose algunas papillas habituales y cuando el profesional médico lo vaya indicando, podrá empezar a comer alimentos sólidos que contengan poca cantidad proteica. Este proceso va a ser gradual y siempre paralelo al uso
de la fórmula.
Las cantidades de alimento y fórmula irán prescritas por el médico, adecuándolas en cada momento al crecimiento y desarrollo del niño.
Ahora que el niño va a comenzar el colegio gastará más energía, por eso es normal que necesite comer más. Además, se enfrenta a una nueva etapa en la que hay nuevos aspectos a tener en cuenta:
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